sábado, 12 de octubre de 2013

La repoblación cristiana


La Repoblación Cristiana

La repoblación es una nueva organización social, política y jurídica de las nuevas tierras conquistadas a Al-Ándalus. Sus objetivos: integrar políticamente a los repobladores, utilizarlos en la defensa de la frontera y en la futura expansión, así como atraer a nuevos pobladores. Sus formas fueron:
La presura, tipo de repoblación libre que afectó al valle del Duero y al sur de los Pirineos. Los monarcas concedieron pequeñas parcelas (alodios) a los campesinos con el fin de ocupar las nuevas tierras que se hallaban escasamente pobladas. Su consecuencia fue la la existencia de comunidades de campesinos libres.
La concesión de fuero en los valles del Tajo y del Ebro, donde tuvieron que repoblarse importantes ciudades o concejos que controlaban amplios territorios rurales (alfoz). Fueros -a veces incluyen la primitiva carta de población- son instrumentos jurídicos, otorgados por los monarcas, y en ellos se fijan los límites de los términos, las condiciones de acceso a la tierra, normas básicas de gobierno municipal que regulaban la vida local y unas condiciones ventajosas: amplía autonomía, inmunidades y privilegios.
En Aragón, a la población musulmana se le permite permanecer en sus casas durante un año; después deberán trasladarse a barrios extramuros y se les respeta sus costumbres, leyes y su religión (capitulaciones de Zaragoza). Son medidas para evitar el vaciamiento sistemático de la población conquistada, que habría paralizado la actividad económica. En estas condiciones de tolerancia se explica la permanencia de importantes contingentes de población musulmana en la ámbito rural; son los mudéjares.
Los monarcas concedieron Fueros de frontera para un territorio marginal de escasa población, que se convierte en un espacio-refugio para desarraigados de la sociedad o incluso perseguidos por la justicia. Así, las cláusulas de algunos fueros de frontera como Calatayud y Teruel, contemplan expresamente la situación de estos delincuentes a quienes el fuero extiende su perdón.
En 1247, en Huesca, se encargó al obispo Vidal de Canellas la recopilación-unificación de los fueros aragoneses, que expresan la personalidad jurídica aragonesa y tuvieron efectos positivos en la cohesión interna de sus habitantes.
Repartimientos. En la conquista de Extremadura, la Mancha y Andalucía, la mayor parte del territorio fue repartido en forma de grandes latifundios a nobles, clérigos y órdenes militares que habían ayudado en las campañas. La ausencia de medidas de tolerancia como las empleadas en Aragón y Valencia, empujó la población musulmana a huir hacia Granada y el norte de África.
El carácter de la repoblación influyó en el posterior desarrollo social y en una estructura de la propiedad que, salvo algunos cambios, pervivió en España hasta el siglo XIX.

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